Durante años fue una obligación usarlo, pero actualmente ya no es así. La elección de usar o no usar brasier es muy personal, cada mujer decide según cómo se siente más cómoda. Si no estás aún segura sobre si usarlo o no, y has escuchado algunas ideas que te han dejado confundida, ¡sigue leyendo!
Primero que nada, existen dos mitos sobre el uso del sostén que han sido difundidos extensivamente. Estos son:
- La idea de que existe una correlación entre el uso de sostén y riesgo de cáncer de mama: ¡Esto es falso! No existe una buena base científica para esta afirmación. Lo que sí vale la pena considerar es que usar un sostén que no te quede bien puede ocasionar dolor en el cuello y los músculos del pecho.
- ¿Se me van a descolgar por no usarlo? Hay muchos factores que hacen que los senos luzcan caídos, pero dejar de usar sostén no es uno de ellos. Por ejemplo, cuando nos hacemos más adultas o cuando las mujeres están en etapa de lactancia el tejido elástico de la piel se ve afectado y eso genera mayor flacidez. Es importante señalar que hasta la fecha no hay evidencia científica de que la flacidez de los senos sea causada por no usar sujetador
Dejar de usar sostén ha sido también una postura política y un gesto de liberación femenina. Mostrar los pezones en una sociedad conservadora resulta interpelador que solo juzga a las mujeres por tener pezones, pero a los hombres no. ¡El tema es complejo y no tienes que ser tan categórica! Puedes elegir usarlo a veces sí, a veces no, dependiendo de tus necesidades. Por ejemplo, si tienes problemas para dormir, lo mejor es retirarlo antes de echarte en la cama. Las prendas ajustadas pueden afectar la calidad del sueño. También puedes considerar usarlo cuando vas a hacer deporte.
Eso sí: Es importante que si usamos brasier, este sea acorde a nuestra talla y en caso de tener la piel sensible, se debe tener cuidado con los aros, pues puede que la tela protectora se rompa y estos aros lastimen la piel. ¡Prioriza tu comodidad!