¿Cómo puedo saber si “llegué”?

Tener una vida sexual saludable no solo implica prevenir infecciones de transmisión sexual o embarazos no deseados, sino también tener experiencias sexuales placenteras. Uno de los puntos más altos de placer es el orgasmo y al inicio de nuestra vida sexual, puede ser que no estemos segur@s de si tuvimos uno.

Los orgasmos no son como los vemos en las películas, con gritos y desesperación. De hecho, cada quien tiene una experiencia diferente, con algunos elementos comunes que detallaremos a continuación:

  • Como es el punto más alto de excitación sexual, se siente como una descarga de la tensión acumulada, ¡una gran liberación! Como consecuencia, los músculos del pene o la vagina se contraen más o menos una vez por segundo y esto puede repetirse, hasta llegar a ocho contracciones (sensación rápida de que algo se aprieta y luego se libera).
  • En el caso específico de las personas con pene, es posible tener un orgasmo sin eyacular o eyacular sin tener un orgasmo, aunque normalmente ambos ocurren al mismo tiempo.

¿No lo has sentido aún? ¡No te preocupes! Muchas personas requieren de más tiempo para experimentar un orgasmo. A otras, por la ansiedad que les genera el sexo, les cuesta mucho más “llegar”. Por ejemplo, la vergüenza de mostrarse desnud@s, el miedo a qué dirá la pareja sobre su cuerpo, mala relación con la pareja o el temor a que el rendimiento no sea el esperado pueden inhibir la posibilidad de llegar al orgasmo.

Para tener un orgasmo también juega un rol clave tener relaciones sexuales en las que se estimule aquello que sabemos que disfrutamos. Por eso, es recomendable que hombres y mujeres intenten alcanzarlo por sí mismos primero mediante la masturbación. ¡A experimentar se ha dicho!

 

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