Sentirnos sensibles o tristes después de alcanzar el orgasmo es posible y en la literatura se le conoce como tristeza post-coital.  Esta condición se caracteriza por la depresión y también los ataques de llanto después de haber llegado al orgasmo..

Las relaciones sexuales son un asunto complejo y aunque supuestamente todas las personas deberían sentirse bien con su pareja después de ese momento especial, existe un grupo de personas que experimentan lo contrario al placer luego del clímax. Esto puede deberse a dos razones:

• Por una cuestión química (nuestro cuerpo libera prolactina luego de que experimentamos un orgasmo y esta puede provocar una sensación de bajón anímica).
• Por una experiencia previa negativa, ya que el sexo puede generar angustia cuando hay estrés, miedo al abandono de la pareja  o cuando la educación sexual recibida ha sido muy punitiva y restrictiva.

Es importante considerar que para ciertas personas con experiencias de abuso sexual, las relaciones sexuales consensuadas pueden ser también difíciles de disfrutar. En estos casos, lo mejor es buscar a una persona profesional de psicología para tratar el trauma.

Lamentablemente la disforia post-coital aún no se ha estudiado lo suficiente, por lo cual no se sabe a ciencia cierta a cuántas personas en el mundo les afecta. Lo que sí se sabe es que esto puede ocurrirle tanto a mujeres, como a hombres.